martes, 12 de marzo de 2013

ASANAS ANTE EL MAR

ASANAS ANTE EL MAR..

He aquí un grupo de asanas realizadas ante el mar en el mes de diciembre del año 2008. 
Hay un detalle que debemos considerar para evitar lesiones. Los asanas deben realizarse sobre superficies firmes y planas.
Es agradable hacer Hatha Yoga en ambientes rodeados de árboles, frente al mar, parques, en general en diferentes ambientes naturales, pero estos espacios tienen superficies irregulares sobre las que hay que tomar la debida  precaución, de no hacerlo, se incrementa el riesgo de tener una lesión.

Un día sábado de Septiembre de 1994, asistí a una clase de yoga, era una demostración, una especie de promoción, al siguiente mes me inscribí formalmente en el curso que dictaban en la Universidad Central de Venezuela. Así comenzó mi vínculo con el yoga, y que aún permanece, lo primero que me encontré es que tenía cierta disposición natural para la práctica, lo cual no sabía,  cuando me dirigía a la clase iba repasando en mi mente la secuencia que nos estaban enseñando, meses después observé que algunas afecciones que presentaba  mi salud cambiaron completamente, mi interés hacia la práctica comenzó a crecer de forma cada vez más acentuada.
Una de las cosas que descubrí, un tiempo después, fue  que las personas a quienes les toca darnos la enseñanza, son como guías en ese momento presente, que nos indican hacia donde debemos dirigirnos. No necesariamente siguen con nosotros en ese camino, inclusive no podemos sorprendernos cuando lo abandonan.
El largo caminar que nos espera no lo podemos cubrir únicamente con las enseñanzas que recibimos de quienes nos las dan, tenemos que hacer un trabajo en soledad para que se den y profundicen los cambios a diferentes niveles de nuestra vida.
Tampoco existe una cima donde vas a llegar, cada descubrimiento, se convierte en una ventana, para seguir investigando más y más, es como la ciencia-
Un asana  no es un simple ejercicio, como lo vemos nosotros los occidentales, independientemente de lo sencillo o complicado que pueda parecer, requiere de  la consideración de múltiples aspectos y dimensiones, para lograr su realización, unas requerirán   más tiempo  y otras en menos tiempo, sin embargo eso no tiene importancia. El tiempo es una condición del mundo de la percepción, de la dualidad, no es mejor o peor si lo logramos más o menos rápido, en mayor o menor tiempo.
En la práctica no nos apegamos a un determinado resultado, todo es impermanente. Lo que si es realmente de interés es el proceso de evolución, todo lo que vamos experimentando en cada momento, el camino que vamos marcando hasta llegar aun determinado lugar, esa vivencia que vamos sintiendo, cuando vamos de una condición a otra, de un estado de conciencia a otro estado de la conciencia, es donde reside el yoga.
Toda postura o asana requiere dedicación, preparación y observación. 
En la dedicación, implica estudiar la postura en sus diferentes aspectos, practicar, practicar, para perfeccionar.
En la fase de preparación debemos llevar el sistema músculo esquelético a las condiciones óptimas posibles, que faciliten la ejecución del  asana. 
Seguir una secuencia de posturas en coordinación con la respiración, donde la anterior facilite la ejecución de la posterior, buscando relajación en cada movimiento, en cada posición. La observación la hacemos desde la conciencia, observar la mente, observar el cuerpo, observar la respiración, observar lo que sentimos, lo que pasa en el asana.
En algún momento, no importa cuando, no habrá diferencia alguna  entre quien ejecuta  la postura y la postura misma.
Cuando estamos en la práctica  lo primero es no hacernos daño, si no hemos preparado y acondicionado el cuerpo y la mente para realizar una postura no es conveniente, ni recomendable intentar realizarla.
Nuestra práctica debemos desarrollarla desde el ser y no desde el ego. Si trabajamos desde el ego quedaremos atrapados en el mundo de la forma, en el mundo del cuerpo, en lo impermanente, en lo irreal, en el sueño y simplemente no podemos alcanzar el yoga. Desde el ser trascendemos la barrera del bien y el mal, trascendemos la barrera del tiempo y los condicionamientos del espacio, allí alcanzamos el yoga. La mente y el cuerpo son canales de manifestación del ser.



Eka Pada Bakasana, postura que trabaja sobre los órganos abdominales

Eka Pada Adho Mukha Svanasana, conectando el cielo, lo sutil, con la tierra, lo firme 


Skandasana.. una manifestación de la energía de Visnhu 

Durvasana, para desarrollar firmeza en el cuerpo

El Señor  Shiva, el destructor se presenta bajo diversas formas, esta condición lo que indica más bien transformación, nada se destruye sino que se transforma. 
Una forma como se manifestó es como el sabio Durvasa, el cual se caracteriza por molestarse fácilmente, de carácter difícil.
 En el  Mahabharata, el mayor poema de la India, lo refiere. Está vinculado con el hecho de haberle otorgado a Kunti un poder con el que podía lograr que cualquier dios se presentase ante ella, uno de los cuales fue Indra con el que tuvo a  Arjuna, personaje central del Bhagavad Gita, un devoto del Señor Krishna.


Durvasana, postura en honor a este sabio, conocida también como Utthan Eka Pada Sirasana forma parte de un ciclo de otras posturas en las que se coloca una pierna sobre los hombros, todas están relacionadas con anahata chakra, donde se da la transición de lo denso a lo sublime, hay un incremento del estado vibracional, una energía con más poder, requiere tener un buen balance entre otras cosas por lo que se necesita  una buena concentración y profunda conexión con la respiración.


Hanumanasana, Hanuman de poderosa fuerza y poder, hijo de Vayu, el viento. Energía al servicio del Señor Visnhu, el que conserva y cuida el mundo material

Baddha Eka Pada Rajakapotasana,  la columna se curva para dejar fluir la energía que viene desde la tierra y la que viene del cielo, ambas se mueven en el cuerpo por diferentes vías, quizás del brazo derecho hacia  el pecho, luego hacia la pierna izquierda, brazo izquierdo.... todo es movimiento, transformación, cambio, nada se detiene.  
De acuerdo con variadas opiniones expresadas en textos, en revistas, por practicantes con amplia experticia en yoga indican, por ejemplo, la postura Eka Pada Rajakapotasana requiere desarrollar flexibilidad en la columna vertebral, así como también  en la articulación de las caderas.
John Schumacher, en un artículo publicado en la revista Yoga Journal, comenta que el maestro Iyengar les exigió practicar durante dos semanas, tres horas diarias, una amplia secuencia de posturas para acondicionar el cuerpo, para poder llegar realizar Eka Pada Rajakapotasana, lo cual nos da una idea del requerimiento riguroso que se necesita para hacerla. Esto nos indica, que no se trata sólo de efectuar una postura, sino del logro de un estado de perfección y de maestría que nos permita entrar en meditación mientras la ejecutamos.
Mary Ezraty, indica que hay que realizar poses que calienten los hombros, la parte superior de la espalda, las caderas y las ingles. Preparar una secuencia de posturas que nos lleven hasta la postura final. Además indica que hay que abrir la mente. Y sugiere ir trabajando las diferentes partes del cuerpo implicadas en la postura de forma individual 

En  Utthita Hasta Padangusthasana, viendo la extensión del mar con la mirada relajada, percibiendo lo infinito en lo finito, sintiendo el sonido de las olas que van y vienen, la respiración Ujjayi disuelta en  ese sonido

En este momento, después de las 6:30 pm el sol comienza su ocaso, y bandadas de aves comienzan a llegar con sus sonidos, sus matices, sus colores, sus cantos, reclamando su espacios,  para  posarse sobre las ramas de los árboles de ese lugar del litoral, la mirada fija hacia el oeste, la luz dando turno a la oscuridad




1 comentario:

  1. Tu recorrido y tu práctica me transmiten un Mar de colores y sensaciones Edgardo. Gracias por compartirlas.

    ResponderEliminar