Edgardo Leal
1] Universidad Central de Venezuela. Facultad de
Ciencias. Escuela de Química. Fisicoquímica. Laboratorio de RMN.
2] Universidad
Central de Venezuela. Dirección de Deportes. Club de Yoga Integral
3] Hospital Ortopédico
Infantil. Centro de Patologia de Columna Vertebral
El yoga, en
una primera y muy superficial aproximación, podemos decir que es una práctica
milenaria, ya que según los entendidos tiene más de 5000 años de antigüedad.
Tiene su origen en la cultura hindú. La forma de yoga más conocida en occidente
es el denominado Hatha Yoga, el cual está dirigido a trabajar con el cuerpo
mediante diferentes posturas denominadas asanas. Ahora, tratemos de entender
como esta práctica nos puede ser útil en variados aspectos relacionados con
nuestra salud y en la disminución de los niveles de estrés.
Todos,
constantemente estamos sometidos a diversas presiones externas que provocan
cambios a nivel microscópico como una respuesta a esa causa. Las consecuencias
que de aquí se derivan son múltiples y van a depender como nos manejemos ante
las variaciones, más intensas unas y otras un poco menos, todo se irá
reflejando en cambios que serán notados en el tiempo y mostraran
una intensidad variable, ya que en cada persona las manifestaciones
serán diferentes. Todas esas respuestas que podemos observar a nivel
macroscópico, las distintas afecciones que se manifiestan en el cuerpo físico,
es lo que ha sido denominado en conjunto, estrés. Este se puede definir como el
conjunto de reacciones fisiológicas que preparan al organismo para la acción.
Tendemos a ver
este fenómeno como algo completamente negativo, el malvado de la película, esto
no es de extrañar, ya que en el mundo actual, el estrés ha sido asociado con
muchos de los males modernos que nos aquejan.
Sin embargo,
debemos, primero que nada, enterarnos de que se requiere un poco de estrés,
digamos un cierto estado basal, lo suficiente para tener un nivel de alerta que
sea garantía de nuestra supervivencia diaria. Nuestros antepasados, cuando
estuvieron en sus cavernas acechados por fieras, no por dinosaurios, ni por los
tigres dientes de sable, los cuales ya se habían extinguido para ese momento,
porque la aparición de los seres humanos es más reciente que las de estos,
debieron tener un nivel suficiente grande de estrés que les garantizara el
poder estar vivos, precisamente, gracias a ello, nosotros podemos estar aquí en
esta época, fue la regla de luchar o huir, aún vigente pero de otra forma.
La otra cosa,
de la cual debemos enterarnos es, no es conveniente estar permanentemente
estresados, por las diferentes implicaciones que esa situación puede tener en
nuestra salud en el transcurrir del tiempo, cuando los efectos aparecen estamos
en presencia de la acumulación de muchos eventos anteriores. Es conveniente
observar las señales de advertencia. No podemos tener una escala plana para la
prioridad de las cosas por hacer, tenemos que hacerlo en forma piramidal, todo
no puede ser urgente.
No lleve trabajo para su casa. No renuncie a su vida privada, la familia, las amistades. No olvidemos la música. No olvidemos la lectura. No dejemos de reírnos. Hagamos Yoga. En otras palabras, hay que tratar de buscar un término intermedio entre dos puntos extremos de la escala, el estar completamente relajados y el encontrarnos completamente estresados.
No lleve trabajo para su casa. No renuncie a su vida privada, la familia, las amistades. No olvidemos la música. No olvidemos la lectura. No dejemos de reírnos. Hagamos Yoga. En otras palabras, hay que tratar de buscar un término intermedio entre dos puntos extremos de la escala, el estar completamente relajados y el encontrarnos completamente estresados.
Los estados
relajados los podemos vincular con la activación del sistema nervioso
parasimpático (SNP) mientras que los estados estresados los podemos asociar con
el sistema nervioso simpático (SNS). El SNP y el SNS conforman el sistema
nervioso autónomo o sistema motor visceral (SMV).
Purves y
colaboradores (2007) indican que ambos aspectos del SMV siempre están activos,
el SNP predomina en los estados quiescentes mientras que SNS lo hace en cuando
se requiere el uso de los recursos corporales para enfrentar los diferentes
desafíos [1]. La búsqueda de una condición intermedia, puede
lograrse a través de un proceso de modulación del SMV mediante la reducción del
tono del SNS, lo cual puede incrementar la respuesta en la relajación en el
sistema neuromuscular. Tratemos de irnos a la cama con nuestro cuerpo y mente
desplazados hacia la zona del SNP.
Al estar
insertado en esa escala imaginaria, entre la relajación y el estrés, también
hay que considerar el sistema endocrino.
De acuerdo con
López y colaboradores (2006), realmente
debemos referirnos a un sistema neuroendocrino, tomando en consideración dos
vertientes de respuesta: la nerviosa y la hormonal. En este sentido, son el SNS
y las glándulas adrenales, las que juegan un papel principal en la respuesta a
las condiciones exigidas por los diferentes tipos de ejercicios [2]
y también podemos incluir, en esta condición,
los estados de estrés. El predominio del SNS requiere la activación de
los mecanismos generadores de una fuente de energía para poder satisfacer lo
requerimientos corporales para la acción a confrontar.
Según McArdle
y colaboradores (2004) el sistema hormonal implicado conduce a la generación de
glucosa, el combustible para la acción, bien sea a partir de las reservas de
glucógeno, mediante el mecanismo de glucogenólisis o partir de precursores distintos al glucógeno, tales
como lactatato, piruvato, glicerol y
otros, mediante un mecanismo denominado gluconeogénesis.
El primer
mecanismo requiere la formación de glucagon, este se secreta en los Islotes de
Langerhans del páncreas El segundo proceso requiere un movimiento hormonal que
comienza en la hipófisis, para luego secretar a nivel de las glándulas suprarrenales,
adrenalina, noradrenalina y cortisol [3].
Ambos tipos de
hormonas participan en la producción de glucosa y se les conoce también como
hormonas del estrés, todas son antagónicas de la insulina. Los problemas
comienzan a presentarse cuando las concentraciones en sangre de estas hormonas
son altas, por ejemplo, el cortisol estimula la degradación proteica en los
aminoácidos, puede atacar a los linfocitos que son vitales para el
funcionamiento de un sistema inmunológico eficaz.
Mantener el
estado estresado permanentemente provoca alteraciones en el organismo causada
por el exceso de glucosa en la sangre, debido a la producción constante de las
moléculas del estrés. Con la práctica de yoga se logra un nivel de estiramiento
muscular que favorece la irrigación sanguínea, lo cual disminuye el nivel de
glucosa en sangre debido al empleo directo de esta fuente de energía por el
sistema músculo esquelético, que va acompañado de un incremento del tono del SNP. Además, este
estiramiento y el ponerse en tono con el SNP, permite, entre otras cosas, la
generación de endorfinas, las cuales producen la sensación de placer y también
puede lograrse la superación de estados de estreñimiento por el aumento de
dicha irrigación hacia la región
intestinal.
Se han
realizado estudios sobre el empleo de la práctica de yoga como una opción
atractiva en el tratamiento de la depresión.
En una
revisión realizada por Pilkington y
colaboradores (2005), indican que los efectos del yoga son potencialmente
beneficiosos en la intervención de los estados de desordenes depresivos. Los
efectos adversos del yoga son mínimos por no requerir medicamentos [4].
Los
investigadores de la Escuela
de Medicina de la
Universidad de Boston y el Hospital de McLean han encontrado
que el hecho de practicar yoga puede elevar los niveles de gamma-amino butírico
(GABA), el principal neurotransmisor del cerebro. Los descubrimientos
realizados por Streeter y colaboradores (2007), sugieren que se explore
la práctica del yoga como un posible tratamiento para los trastornos de
depresión y de ansiedad asociados con niveles bajos de GABA. Se utilizó la
espectroscopia de Resonancia Magnética de Imagen (RMI), para comparar, los
niveles de GABA en ocho sujetos antes y después de una hora de yoga, con 11
sujetos que no hicieron yoga sino que en su lugar se dedicaron a la lectura
durante el mismo tiempo. Los investigadores encontraron un aumento del 27 por
ciento en los niveles GABA al finalizar la sesión de yoga, mientras que no se
observó cambio de este neurotransmisor en el grupo después de terminada su sesión de lectura
[5]
John y colaboradores (2007) estudiaron la
efectividad del yoga en el tratamiento de la migraña sin aura en 72 pacientes,
primeramente evaluaron, diariamente la
frecuencia del dolor de cabeza, la
severidad de la migraña y de segunda
evaluación, consideraron la ansiedad, la depresión y la medicación
El estudio
demuestra una reducción significativa del dolor de cabeza por efecto de la
migraña en pacientes tratados con yoga por
un periodo de tres meses. Ellos manifiestan en
su trabajo que los estudios completos de esta terapia están
garantizados.
Todo lo aquí
expuesto indica que la práctica de este sistema conocido como yoga se puede
convertir en un gran aliado para el tratamiento de los estados estresados y sus
efectos
Referencias
[1] Purves, D., Augustine, G.,
Fitzpatrick, D., Hall, W., Lamantia, A., McNamara, J. y Williams, S.,
2007. Neurociencia. Sistema Motor Visceral, 31, 517 – 549, 3ra
Edición, Madrid, España, Editorial Médica Panamericana
[2] López, Ch. y Fernandez, A., 2006. Fisiología del Ejercicio. Respuestas
y adaptaciones neuroendocrinas al ejercicio, 31, 543 – 572, 3ra
Edición, Madrid, España, Editorial Médica Panamericana.
[3] McArdle, W., Katch, F. y
Katch, V., 2004. Fundamentos de Fisiología del Ejercicio. Hormonas, ejercicio y entrenamiento, 13,
340 – 367, 1ra Edición, Madrid, España, McGraw Hill Interamericana.
[4] Pilkington, K., Kirkwood , G., Rampes, H.
y Richardson, J., 2005. Yoga for depression. The research evidence. Journal of Affective Disorders. 89,
13 – 24.
[5] Streeter C, Jensen E, et al.
2007. Yoga
Asana Sessions Increase Brain GABA Levels: A Pilot Study. Journal of Alternative and
Complementary Medicine. 13, 4, 419-426.
[6] John, P.J., Sharma, N, Sharma, C. N. y Kankane, A., 2007. Effectiveness
of yoga therapy in the treatment of migraine without aura: a randomized
controlled trial. Headache May;47(5):654-61
Edgardo Leal
Epale Edgardo, soy yo Juan. La página está excelente, sobretodo para estar comenzando. Se le pueden poner fotos y resumen de posturas. Si quieres escribe a jgroening@yahoo.com
ResponderEliminarhttp://www.yogaintegral.biz/Curso.pdf
ResponderEliminarSuper gracias
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